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Bermuda & Bermuda Monetary Authority

La Autoridad es responsable en Bermudas de la autorización, supervisión y regulación de las instituciones financieras incluyendo las entidades de ahorro, seguros, fideicomisos e inversiones. También tiene autoridad sobre la emisión de pagarés y moneda, al mismo tiempo que provee una gama de servicios de asesoría al Gobierno sobre asuntos como constitución de sociedades, banca y otros asuntos monetarios y financieros. La Autoridad promueve altos estándares de supervisión y trabaja con el Gobierno y profesionales del área para asegurar la reputación de Bermudas como un centro financiero internacional de prestigio.

Presentación de la Autoridad Monetaria de Bermudas

La Autoridad Monetaria de Bermudas (BMA) fue constituida de acuerdo a la Bermuda Monetary Act en 1969 como una entidad corporativa que tiene sucesión permanente. Una Junta de 11 directores es responsable de las políticas y estrategias de la Autoridad y de la administración general de sus asuntos.

El principal rol del BMA es el de una entidad independiente para autorizar, regular y supervisar. Los detalles del enfoque regulador de la Autoridad y de los estándares y requisitos de sus diferentes marcos reguladores pueden ser encontrados en las páginas de su Web. Además, tal como está establecido en la legislación relacionada con los servicios financieros, la Autoridad presenta un informe anual de sus actividades al Ministro de Finanzas. Esta colaboración entre las dos entidades contribuye a mantener un alto nivel de exigencia internacional.

Misión del BMA

Para proteger e incrementar la reputación de Bermudas en su posición de liderazgo como centro financiero mundial, la Autoridad cuenta con un grupo de profesionales de alto nivel que le permite promover la estabilidad financiera y proveer un efectivo control y regulación.

Visión del BMA

Comprometido con la integridad y la excelencia.

Enfoque sobre la supervisión del BMA

El BMA está comprometido a proporcionar una estructura de supervisora y de requisitos que sea a la vez abierta y transparente, consistente con las mejores prácticas internacionales, que la aplique e imponga razonable y consistentemente los requisitos de una manera firme y justa.